viernes, 4 de noviembre de 2011

DE-VELAR (Quitando el velo)

Desde que empecé la búsqueda, tuve razones para no contar mis intenciones de ser mamá. Al inicio, para dar la sorpresa de que venía un bebé; cuando fue pasando el tiempo, para no escuchar comentarios idiotas y desubicados.
Por tanto, ir al centro de fertilidad era más o menos como ir a acostarme con un tipo que no sea mi marido; a escondidas, mintiendo con respecto al destino al que me dirigía, mirando para atrás para que nadie conocido me vea entrar.
Si alguien me preguntaba si estábamos buscando bebé, siempre respondía que no, que era joven, que estábamos bárbaro solitos, pero la cara de tristeza me parece que era evidente; y ni hablar de la sensación cuando alguien hablaba sobre la infertilidad de manera liviana e ignorante, y tener que callar.
Creo que como todo proceso, cada etapa se va dando sin que uno elija. Es el resultado de una maduración interna. Como en un duelo, en la infertilidad se van dando etapas, que no siguen de forma lineal unas a otras sino que es un constante ir y venir hasta que definitivamente cambiamos de etapa.
Y en este momento de mi vida, y de mi infertilidad, he llegado a una etapa central o clave. Desde hace un tiempo, cuál una mosca que molesta en las tardes de verano, la necesidad de contar mi situación, o al menos dejar de esconderla, me ha estado dando vueltas y vueltas.
Y al hablar con mi marido sobre esto, pues resultó que a él también le estaba pasando lo mismo.
Al principio me daba mucha vergüenza decir que tengo problemas de fertilidad. Me sentía como si hubiera robado algo. Sé que es una estupidez, pero los sentimientos no son precisamente lógicos. Y tenía terror a los comentarios hirientes y desubicados. Y poco a poco fue madurando la idea de que ya no me sentía avergonzada sino orgullosa. Orgullosa de llevar este peso en mi vida, y llevarlo con la mayor dignidad. De haber pasado lo que pasé y seguir levantandome todos los días con ganas y alegría. De sentirme cada vez más unida con mi marido, a pesar y gracias a todo esto.
Y con respecto a los comentarios, me tuve que fumar cada pelotudez... y calladita porque nadie sabía y nadie debía enterarse. Ejemplo para reírme un poco: Hace un tiempo un "amigo" me dijo que seguramente no iba a tener hijos en largo tiempo, porque tenía a mi perro como un hijo. (Y si tuviera a mi hijo como un perro, eso indicaría que no tendría perros en largo tiempo?)
Otro: una amiga, en un bautismo, me dice "más vale que te apures porque se te pasa el tren". (Ay, y yo que no tenía nombre para mi primer hijo, así le voy a poner: TREN)
Otro: En una reunión en la que la puta suerte me mandó a que todas las mujeres presentes estaban embarazadas, menos yo, una me dijo: "Te diste cuenta que sos la única que no está embarazada ni tiene hijos?" (No, la verdad que no me había dado cuenta, gracias por hacermelo notar BOLUDA!)

Después de charlarlo mucho con mi marido, decidimos no divulgarlo, pero si dejar de esconderlo. Obviamente que pusimos ciertos límites según lo que a cada uno le incomoda contar. Por ejemplo, yo no quiero que diga el nombre del tratamiento que estemos haciendo, porque es algo muy íntimo y privado y no quiero preguntas (yo no le pregunto a los demás cómo la pusieron, o en qué posición para concebir a sus hijos).
Y me siento con un peso menos en la espalda. De que los demás sepan lo que estamos pasando y para que entiendan también el esfuerzo físico, emocional y monetario que estamos haciendo solitos hace 3 años.
Así que desde ahora quitamos el velo, dejamos de sentirnos avergonzados y empezamos a concentrarnos en lo verdaderamente importante y no en esconder algo que nos debería hacer sentir orgullosos.
GRACIAS POR LEER!

6 comentarios:

  1. Noe, la infertilidad tiene etapas, tal cual las decribiste.
    Me alegra que estes transitando esta de no tener que "esconder".
    Yo estoy en la que si preguntan o hacen esos comentarios tannnnnn pelotudos, respondo con mi mas elevada ironia, y el otro queda regulando, jajaja, y como lo disfruto, por todas las que regule yo-!!!!!...
    Te mando un abrazo y fuerza para seguir en esta lucha que nos toca
    SOLPEL

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  2. Noe, acá no hay que explicar nada, todas entendemos y dimos pasos parecidos... La del comentario "te diste cuenta..." es MORTAL! Esa se merece que le mandes un mail contandole y le termines diciendo el BOLUDA que escribiste acá. Una cosa que yo trataba de guardarme, incluso con la gente que sabía, era "cuándo" estaba haciendo el tratamiento. Eso solo lo sabían mis hermanas, mi mamá y ustedes. Porque me resultaba demasiado tener que dar resultados a todos... Bueno, me alegro de que estés entrando en una etapa nueva. Ah, lo del orgullo es tal cual, a mi me pasa lo mismo. Beso grande!

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  3. Noe, a mí me pasó algo similar, sólo que más pronto... fue un alivio inmenso, no sólo contestarle con cara de poker a los que preguntaban "uds para cuándo": "cuando pueda, porque por ahora intentamos y no quedo", sino también poder contar cada una de las peripecias que tenía que pasar... naturalizar un poco todo esto y perderle el miedo, es una enfermedad y no una vergüenza (que a todas nos da no sé por qué), y la verdad es que fue un gran alivio... y sí, pelearla es también un orgullo para mí, haberla peleado, seguir luchando por mi salud (lucha que debo llevar adelante a consecuencia de mi infertilidad por la famosa mala praxis), etc. Te deseo lo mejor, y estoy segurísima de que pronto llegará tu bebé!!! Un abrazo!! Lucía / Mile

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  4. Hola Noe, creo que el no contarlo es una forma de protegerse de la mirada inquisidora de los otros en nuestra intimidad.
    Es mi deseo que ojalá éste desvelo te encuentre fuerte, para que nada que escuches te dañe.
    Ya sabes que hay gente que te dirá cosas por maldad, otros quizá digan gansadas aunque con buena intención(como que te vayas de vacaciones)y los que hablan solo porque creen que hay que decir algo...
    Los quiero, les dejo un besote enorme.

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  5. Noe: me alegro que la mochila este un poco mas liviana. Cada pareja sabe en que momento contar lo que nos pasa, hasta donde y a quien. Porque si bien es un tema privado, no hace falta dar detalles a nadie, es una manera sana de aceptar lo que nos toco. A mi tambien me daba verguenza, despues empece a contarlo a quien se me cruzara, ahora opto por seleccionar la gente a la que se lo cuento. Sirve tambien porque siempre hay alguien que paso por la misma y por lo tanto ayuda y mucho. Comentarios desubicados!!??? SIEMPRE!!!, te cuento la ultima mia!?.. reunion en el laburo con una jefa, empezando a planificar un proyecto le digo: "tenga en cuenta que ahora se viene las vacaciones"... sabes que me dijo?, y cuando tengas un bebe vas a tener licencia por maternidad..... TOTALMENTE DESUBICADA! se quizo hacer la chistosa y no hubo peor chiste que ese!. Pero como ya estoy medio curada de espanto, esboze un jejejejeje, y segui con la mia!. No hagas caso Noe, pensa que en la ignorancia la gente tiene esa necesidad de opinar de todo!. Busca tu equilibrio, el de tu pareja, sin pensar tanto lo que opinen los demas! Besotes!!!

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  6. Gracias chicas por pasar!

    Sol: Adhiero a lo de contestar con ironía, de apso nos reímos de la cara que ponen los pelotudos.

    Pachu: Tal cual decís, en este espacio todas nos comprendemos, incluso en esas cosas que parecen locas, porque pasamos todas lo mismo. Vos tenés que sentirte hiper orgullosa, porque sos una gran luchadora que tiene su premio maravilloso en los brazos.

    Lucía: Tenés razón con eso de que hay que naturalizar; porque sentimos esa verguenza que no sé de adónde sale, ni porque se da. Seguí luchando que todo va a salir bien.

    Chipi: Seguro que encontraremos comentarios desubicados, mal o bien intencionados. LO bueno, como hablábamos es poder abrir tu historia y encontrar que mucha gente pasa por lo mismo. Un beso enorme!!!

    Di: Qué lindas tus palabras! Parece que a todas nos pasa algo parecido en las distintas etapas. Y que los demás arreglen sus problemas! Un beso enorme

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