sábado, 26 de marzo de 2011

Ya no soy ESCA

Dificil diagnóstico cuando te dicen "No sabemos cuál es la causa de tu infertilidad". Difícil porque uno no sabe donde está parado, y porque igual te tenés que comer los tratamientos, sin saber siquiera porqué los necesitás.
Cuando el médico nos dijo que entrábamos dentro de los ESCA, nos aclaró que no era que nuestra infertilidad no tenía causa, sino que ellos todavía no habían podido descubrirla; además, para determinar realmente si éramos ESCA, faltaba sólo un estudio, la laparo.
Desde que tomé el clomi por primera vez el año pasado, empecé con dolores en la menstruación, bastante fuertes y que me llegaron a incapacitar para seguir mi vida diaria. Así que hace como 3 semanas, el doctor me dijo que era necesario operar para ver qué estaba produciendo los dolores, y de paso, diagnosticar el estado de mis ovarios y de mis trompas.
Luego de la operación, que duró un montón, me enteré de que ya no soy ESCA, ahora tengo un diagnóstico, tengo Endometriosis Grado IV. Tenía todos los órganos reproductivos pegados, adheridos, hechos un bollito. O sea, imposible quedar embarazada de esa manera, ya que los ovarios estaban envueltos completamente, y las trompas estaban hechas un ovillo, aunque permeables. Gracias a Dios todo salió bien, y mis trompas y ovarios quedaron 0 KM.
Igual sé perfectamente que no es el mejor diagnóstico, pero al menos, ahora sé contra qué peleo, qué posibilidades u opciones tengo.
Sé también que la endometriosis vuelve, y por eso el doctor nos dijo que tenemos que ser más agresivos en la búsqueda del embarazo. Por lo pronto vamos a hacer inseminaciones, y a rezar a Dios para que el bebé, o los bebés, lleguen (re ambiciosa yo).
Así que esas son mis novedades, por un lado no es una muy buena noticia, pero por otro sí. Y creo que llegó en un momento perfecto, en el que puedo enfrentar el diagnóstico sin derrumbarme. Estoy sorprendida con mi estado de tranquilidad frente a lo que tengo, en otro momento me hubiera deprimido horrible, y hubiera visto en esto un obstáculo más, y me hubiera preguntado una vez más ¿Por qué a mí?. Pero hoy, gracias a Dios, pude procesar todo esto, y cargarme de pilas para lo que viene. Al menos, ahora tengo un fundamento para realizarme los tratamientos que vengan. Y con ustedes y Dios acompañándome, seguro pronto llega mi bebé.
Un beso enorme, y MIL GRACIAS POR LEER!